Recuerdo que estábamos en la Asistencia Pública de Boulogne-Sur-Mer, partido de San Isidro, provincia de Buenos Aires, Argentina...
(Doy todos los datos porque me imagino que sino vas a creerte que estábamos en Francia, ¡pero no! era en el Gran Buenos Aires, nomás.)
Bueno, estábamos esperando con un montón de gente, con mi mamá y Eduardo, mi hermano, no sé bien si era para que nos viera nuestra pediatra o para que nos pusieran la antivariólica.
La cuestión es que una señora le dice a mami:
_¿Fornés?... ¿Ustedes son Fornés? Yo conozco una familia en Mendoza que son Fornés...
_¡Ahh!... ¿Si? - dijo mami, y siguieron charlando.
Pero para nosotros, o al menos para mi algo cambió. ¡Revelación extraordinaria! ¿Te das cuenta?
¡No somos los únicos Fornés que existen... hay otros en el mundo! ¡En Mendoza!
Porque para nuestra mente infantil ¡ÉRAMOS LOS ÚNICOS EN EL MUNDO!
Pérez, García o Martinez, Blanco o Gómez... esos si, u otros cualquiera podían haber muchos, miles, todos los que quieran... ¡Pero Fornés!... Solo nosotros, y los tíos y los primos y ¡Chau! Pará de contar.
Claro, quien iba a soñar con Internet, el buscador de Google y otras yerbas por aquellos días.
La tecnología llegó para terminar de aniquilar una ilusión, la de la exclusividad; pero para empezar a construir otra: la ilusión de pertenecer a una familia grande, extendida, mundial.
Y ahora ando/andamos mirando fotos en el buscador... Que si las cejas, que si la nariz, o la mirada o los gustos y profesiones. En fin los parecidos, que confirmen el parentezco, la pertenencia, los lazos...
Lo dicho, cosa de chicos.
1 comentario:
a mi tambien me dieron la antivariolica en la asistencia publica de Boulogne Sur Mer, pero si eramos los unicos Balverdi, nosotros y los tios y primos, hasta ahora los que encontramos en diferentes lugares, son familiares, todos de alguna manera estamos relacionados jeje, kuky
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